“A donde irán los besos que guardamos, que no damos...
dónde se va ese abrazo si no llegas nunca a darlo...”
(Victor Manuel)
Repartimos besos cada día como autómatas , lanzados al aire por costumbre, rutina, convención, sin roce siquiera a veces , en caras que ni fu ni fa, que ni apetecen…
Y nos olvidamos de besar lo cercano, lo querido, por el simple hecho de tenerlo ahí... demasiado a mano, de dar demasiado por supuesto, de suponerlos ya dados.
Pero los besos queridos no-dados no se pierden, van a la recámara y en ocasiones se transforman en palabras que achuchan, que acompañan, en miradas que leen, en silencios que comprenden.
¿ Y los abrazos? Los que aún no se han dado guardan el encanto de la espera…de su momento, del momento en que sí, del momento en que "ya , por fin".
Anatorres. Palabras al mar