Eran dos niños…mal empezamos…no eran dos niños, eran dos adultos, dos amigos… pero verlos juntos, mirarles la cara cuando estaban uno junto al otro…era como ver la inocencia, la frescura..la complicidad desinteresada, que unicamente conservan los niños…y los muy amigos.
Vistos desde fuera…nada les unía…no se parecían…eran como el gordo y el flaco , el guapo y el feo, el joven y el viejo , el rubio y el moreno…total…en nada…pero eso era lo que veían los demás…ellos, cuando se miraban, no veian ni color, ni grosor, ni tamaño, ni edad…solo ellos solo se miraban a los ojos…y ni siquiera sabrían decir de que color los tenia el otro…qué más daba…a la porra las etiquetas.
Ni trabajaban juntos…ni vivían cerca…ni conocían a la familia del otro…pero a los dos le gustaba ese aperitivo que tomaban cuando encontraban un ratito de lugar…
Habían entrado por separado a ese lugar donde tomarse una copa…entraban , echaban unas charlas con quien tenian al lado y después… a casa…con su familia.
Cierto día, un día como otro cualquiera, en la barra coincidieron y un simple “holaquetal” fue como el disparo de salida de muchos ratos de charlas…y puesto que les gustaba su aperitivo y les gustaba la compañia…procuraban coincidir…solo ahí…sólo en aquel bar…pero se hicieron inseparables…procuraban no faltar a sus citas…a sus charlas…a su momento de relajo…hablaban de todo…sus problemas, sus intereses…su vida, en definitiva…sólo ellos veían cuantísimas cosas les unían…
Y sea como fuere que un dia uno de ellos se sentía especialmente gracioso y como fuere notó que su amigo andaba un pelín estresado …no hizo falta más…ninguno de los dos decidió nada…nada se pactó…pero en un suspiro estaban en la calle…dando patadas a una lata, jugando a chapas…riendo como crios, jugando como crios…el gracioso se dejó llevar…el estresado, se liberó…y los dos disfrutaron como disfrutan los niños…como crios…o como muy amigos…tan a gusto.
Pasado ese buen rato, miraron a un lado, al otro, arreglaron sus trajes…se atusaron el pelo y volvieron a entrar al bar…volvieron a sentarse en la barra y siguieron con sus charlas…tan a gusto
Terminada la copa…como cada día , cada uno volvía a su casa…relajado…bien…para disfrutar, de lo que alli le esperaba.
Anatorres. Palabras al mar