Llueve...no para desde hace dos semanas.
Cuatro paraguas abiertos somos como cuatro champiñones dispuestos a confundirnos entre cuatro mil más por este Madrid , gentío que a mal tiempo sigue poniendo ganas de calle.
... charcos y más charcos imposibles de esquivar.
... la emoción de mi ahijada en su primer viaje en metro..."fíjate tita, van todos durmiendo... "
...el violinista de turno primero, el acordeonista después... que, surgiendo como de la nada, ofrecen su requetemanido repertorio entre estación y estación...pienso que ya no logran despertar a nadie de su aletargamiento y pocos bolsillos y menos conciencias remueven , tal vez ya sólo los de los no habituales, como nosotros.
La Plaza de Callao, la Calle Preciados, La Puerta del Sol... hormigueros humanos bajo un manto de paraguas abiertos. Comercios a rebosar, estatuas humanas, hoy tímidas, caricatureros y mucha música, clásica y étnica, racial. Municipales y operarios montadores de la parafernalia que veremos la Noche del 31.
... una cola interminable y multicolor, supersticiosa y buscadora de suerte para el Sorteo del Niño serpentea por la Gran Vía y termina en Doña Manolita.
¿Dónde está el oso, dónde el madroño? Les han dado nueva casa , dejando la entrada a la calle del Carmen un pelín huérfana..
... un grupo improvisado de cantores de villancicos, en mitad de la Plaza Mayor, al que me uno atraída por fuerza de imán.... "mamáaaa, pero ¿qué haces? ...déjame cantar leches... no querrás que cante en agosto, no?. Villancicos de los de toda la vida.
... un crujido en el bolsillo, de los que duelen, al pagar una merienda... disimulo para no parecer otra cosa pero.... menudo clavón ....buenos estaban los goffres pero me siento como si hubiera pagado una multa por golosa.
... cientos de minúsculas figuritas ordenadas ,en espera de un tardío belén, conviven con los matasuegras, las serpentinas los gorros de colores, pelucas y pelucones, las gafotas con bombillitas, pitos y ganas de juerga de la Nochevieja que marca el paso ahora.
Por momentos me parece que voy a tropezarme con Chencho y su abuelo... - que tire la primera piedra quien haya olvidado ya la voz lastimera de Pepe Isbert buscando al nieto entre los puestecillos de la Plaza Mayor.... ¿que dónde, que cuándo?...en la Gran Familia, dónde si no...jeeee.
... entrada la noche, un tufillo a calamares fritos, lo inunda pero, ¿y las castañas asadas?.. las he echado de menos.
Re-creando Momentos
