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RE-CREANDO MOMENTOS.

Quedáis invitados.

Y puesto que nada hay más personal e íntimo que los momentos, los pensamientos y el corazón de cada cual...

Me queda expresar mi deseo de que sigan siendo, aunque compartidos, eso mismo, los mios.

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12/4/10

ZARITÉ, TRASLIBRADA

Algarabía en mi salón.

En la sección Allende, mis mujeres favoritas andan revolucionadillas..algo pasa a mis entrañables maestras, pioneras, aventureras, fuertes y frágiles, pero siempre valientes y adelantadas a su tiempo y a "su hombre".

Paso lista ...a ver...por aquí andan nuestra querida Paula, Kate la abuela más excéntrica, Eva y sus cuentos, la ciega de amor Eliza, Clara y sus espíritus, Aurora, sus momentos y su realidad atrapada en su cámara de fotos; allí está también Inés del alma mía...y la propia Isabel sumando días, en su país inventado, en su cocina...; las recoloco, las recompongo...

La estantería parece ahora ordenada... pero no...

Son ellas las que me soplan al oido que se les ha perdido Zarité....que la negra desapareció, que sus mariposas no revolotean por aquí y que de sus tambores, ni el eco ya les llega; que la echan de menos desde el último arranque de "mamá, deja que yo te ayudo".

Tras estos impulsos -por otro lado , no demasiados frecuentes- la estantería queda impóluta, un olor a prontojabonoso y a limpio inunda la habitación, pero con el precio pagado de ver roto mi orden, el mío...el que nadie entiende...

Mis libros, como debe ser, ocupan cada uno su propio espacio... inútil recordar las veces que lo he repetido... pero bueno.... es misión imposible.

Zarité, Zarité... ¿quien es Zarité...?

"En mis cuarenta años, yo, Zarité Sedella, he tenido mejor suerte que otras esclavas. Voy a vivir largamente y mi vejez será contenta, porque mi estrella —mi z’etoile— brilla también cuando la noche está nublada.


Conozco el gusto de estar con el hombre escogido por mi corazón cuando sus manos grandes me despiertan la piel. (...). Golpeo el suelo con las plantas de los pies y la vida me sube por las piernas, me recorre el esqueleto, se apodera de mí, me quita la desazón y me endulza la memoria. El mundo se estremece.«Baila, baila, Zarité, porque esclavo que baila es libre… mientras baila», me decía. Yo he bailado siempre."


Ella es Zarité, mujer y esclava en Santo Domingo...en el XVIII...que logrará librarse de los estigmas que la sociedad le ha impuesto para conseguir la libertad y, con ella, la felicidad.

Atendiendo a ignoro qué lógica de la dueña momentánea de la bayeta, atrapada entre las dos vidas de Maria Teresa Campos y perdida en Villa Diamante de Boris Izaguirre...allí la encuentro... la protagonista de La Isla Bajo El Mar....

....¿Cuando te he leido yo a ti?...

Zarité, que no te conozco...

Tú te has traspapelado... o mejor dicho... tú te has traslibrado.

Imperdonable.
Hoy, la esclava que baila es mi nueva compañera de guardias; de ratos de relajo, manta y sofá y sus ilusiones son las últimas que lea antes de ir a dormir.





Palabras al mar