Finales de julio... una ola que es de calor ... y un fresco sólo acondicionado...necesito un descano ya...
Me dejo llevar en volandas por un agosto que me transporta al mar...no tanto a la playa...que no me gusta demasiado... sí, al mar....
Este año un trocito de mar de Denia a Calpe...la Costa Blanca del Levante.
Un café y tiempo... y la magia de parar el mundo un ratito...justo a esa hora en que los ocres tintan el mar de un azul raro... adivinar, en el horizonte que tengo enfrente, ese pedacito de futuro incierto que se empeña en jugar conmigo.
olas que en su trabajera imagino amasando pan...
sentir que, en ese preciso momento, apoyada en la barandilla de turno,
sentada en cualquier peñasco,
con la luz de la tarde y el faro...siempre el faro,
nada me apetece más que mimar pan de olas....
Y harina aún en las manos y el aire fresco en la cara;
con las chispas chiribitas de palabras que van y vienen...
gloria en los oidos;
sé que estoy en el sitio de mis recreos.
Re-creando Momentos.